Orion es un proyecto que consiste en un nuevo método de transporte de las futuras tripulaciones de astronautas, bajo el programa Constellation.

La cápsula fue sometida a una serie de examenes en el agua para comprobar si es buena “marinera” y para ver como se comporta bajo la acción del viento y las olas. Orion tiene unos 4 metros de diámetro y una capacidad para 6 astronautas y su flotabilidad ya había sido comprobada en una piscina. Sin embargo, también se sometió a pruebas para arrastrarla con un zodiac, de manera que pudieramos observar su estabilidad, goteos, etc.

A diferencia de Apollo, Orion está diseñada para flotar en posición vertical. Apollo permanecía en el agua de costado mientras los astronautas esperaban ser transportados a un buque.

El aire comprimido juega un papel muy importante, ya que el anillo de flotación de Orion consta de una serie de flotadores anudados como ristra de salchichas que se inflan en cuestión de segundos gracias al aire comprimido. Además, servirá como plataforma para que los rescatistas se puedan parar sobre ella mientras ayudan a los astronautas a abrir la escotilla lateral para trasladarse a los botes inflables.

Orión tendrá cuatro ventanas, mientras que las primeras cápsulas del programa espacial de Estados Unidos solo tenían una. Hasta el año pasado, la NASA estaba considerando realizar los aterrizajes en tierra firme, como sucede con las misiones rusas y chinas. Pero las diferencias de costos entre ambas metodologías no fue tanta y hay menos riesgos en un aterrizaje acuático para anatomía humana. Igualmente, se prevee que Orion aterrice en las costas de California, lo que facilita la logística de recuperación de la cápsula.

Después de analizar varios modelos y arquitecturas de vuelo para regresar a la luna, la NASA decidió que el modelo Apollo (una cápsula cónica instalada en la punta de un cohete) era la mejor alternativa. Un vehículo en forma de avión alado como el transbordador espacial no cumple con las necesidades de un vuelo tan riguroso. Básicamente, la filosofía es que “si algo no está roto no hay por qué arreglarlo”. El modelo de la cápsula en la nariz del cohete también evita que el vehículo de los astronautas esté libre de sufrir los daños del shuttle a causa de los bloques de espuma que se desprenden del tanque externo y causan daños en el fuselaje del aparato.