La ventilación adecuada de la estación de aire comprimido es necesaria para asegurar la disponibilidad del aire comprimido y reducir los costos de mantenimiento. Si la temperatura exterior cae por debajo de los 41 °F deberá templarse la sala con una circulación de aire.

1. Transporte sencillo del aire al exterior
Los conductos de salida de aire de la estación de aire comprimido cumplen un objetivo importante: Transportan al exterior el aire de enfriamiento caliente, y con él, el calor derivado por los motores y los compresores (figura 1).
En los compresores modernos el calor derivado por distintas fuentes sale por una única salida (figura 1, lupa). Esta salida cuenta con un empalme de lona flexible que puede conectarse fácilmente al canal de salida (figura 2). Si la temperatura exterior es superior a 50 °F, todo el calor generado se transporta con el aire al exterior de la sala. En el caso de compresores viejos, deberán conectarse conductos individuales a as salidas de cada uno de ellos.

2. Instalar el conducto colector
Si no es posible instalar conductos de salida individuales, la solución será un colector (figura 3). Para conectar correctamente los compresores serán necesarias rejillas de retención.
Cerradas, evitan que el aire caliente retorne a la estación de compresores en las etapas de parada del compresor correspondiente. Las rejillas motorizadas reducen la pérdida de presión y pueden controlarse con la señal “Motor en marcha”. Las chapas deflectoras en el conducto colector evitan pérdidas de presión.

3. Templar con circulación de aire
Si las temperaturas exteriores son inferiores a 41 °F deberá haber un sistema de rejillas de circulación que se activen a partir de 50 °F y que se abran más o menos según la temperatura en el momento (figura 1). En las estaciones que pasen mucho tiempo en parada total deberá instalarse un sistema de calefacción auxiliar que mantenga la temperatura de la sala por encima de 41 °F.

4. Ventilación de los secadores refrigerativos
Los secadores refrigerativos generan un calor que equivale aproximadamente a la potencia eléctrica que consumen multiplicada por cuatro. Por eso necesitan un sistema de ventilación propio con ventilador controlado termostáticamente (figuras 1 y 3). Si la estación cuenta con varios secadores refrigerativos, el ventilador deberá tener un control por escalones que se active a partir de 68 °F. Como este sistema de ventilación no funciona continuamente, el conducto de salida no deberá apoyarse directamente sobre el secador.
5. Diseñar y regular correctamente los sistemas de ventilación
Todos los sistemas de ventilación deben diseñarse de modo que no provoquen más pérdidas de presión que la presión residual de la máquina de menor tamaño de la estación. De otro modo, el aire de salida de esta máquina podría retornar a la sala. Si la presión residual no es suficiente habrá que instalar ventiladores auxiliares. Las trampillas deben regularse automáticamente por medio de termostatos instalados en la sala y en los compresores. Para poder reconocer de inmediato las disfunciones de las trampillas y transmitir la información a los sistemas de mando, se recomienda el uso de un controlador maestro como “SIGMA AIR MANAGER 4.0”
6. Caso especial: enfriamiento por agua
Como los compresores enfriados por agua convierten el 20 % de la potencia instalada en calor derivado, en su caso también será necesario planificar una ventilación acorde.

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