Los compresores de aire se utilizan en diversas industrias para proveer aire comprimido presurizado para diversas aplicaciones. Estos compresores se utilizan en la construcción e industria pero no siempre fue así. El primer “compresor de aire” en realidad es el pulmón del ser humano. Como el cuerpo humano puede exhalar, nuestros antepasados utilizaron su aliento para avivar fogatas. La tendencia a utilizar nuestro propio aire a presión, perdió fuerza cerca del 3000 A.C. ya que la metalurgia tomo fuerza en esa época.
Cuando comenzaron a fundir metales como el oro y el cobre, nuestros ancestros se dieron cuenta que requerían temperaturas más elevadas. Unos pulmones saludables pueden producir solamente de .02 a .08 bar (1 bar equivale a 14.5 psi) de presión, por lo que no era suficiente para ayudar a incrementar la temperatura además de que el dióxido de carbono que contiene el aliento humano no ayudaba. La demanda por un aire a mayor presión comenzó a incrementar conforme el tiempo pasaba.
En el año 1500 D.C. se inventó un compresor de aire que consistía en una bolsa flexible que al aplastarse producía aire a presión y ayudaba a mantener las altas temperaturas que necesitaban. Años después en 1762, un ingeniero llamado John Smeaton diseñó un cilindro soplador manejado por energía hidráulica y poco a poco fue sustituyendo a su antecesor.
A pesar de que el invento de Smeaton era eficiente, fue reemplazado por una maquina inventada por Johm Wilkinson en 1776. Esa máquina se convertiría en el “borrador” para los compresores mecánicos posteriores.
Los compresores de aire en esa época, empezaron a utilizarse para distintas actividades. Se utilizaron para la minería y ventilación de áreas subterráneas. Durante la construcción del sistema de trenes de Italia-Francia, en 1857, los compresores se utilizaban para mover grandes volúmenes de aire en la construcción del túnel de 13 kilómetros. Poco después se encontraron otras formas de utilizar esta tecnología.
Para el año de 1800, la gente empezó a utilizar los compresores de aire para transmitir energía. El ingeniero austriaco Viktor Popp creo la primera planta de compresores en 1888. En solo 3 años, la planta de 1,500kW de Popp creció a 18,000kW. Hubieron más innovaciones en el área del aire comprimido y pronto se incorporó la energía eléctrica y neumática a la ecuación.
En la actualidad hay diversos tipos de compresores de aire para distintas aplicaciones. En KAESER ofrecemos soluciones en aire comprimido de alta calidad, para que nuestros clientes puedan contar con estaciones altamente eficientes y que eso genere un ahorro en términos económicos.
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